Víctor Alvargonzález (Nextep): bancos y valores turísticos impulsarán a la Bolsa española en 2022
La Bolsa española podría vivir «un momento dulce» a partir de la segunda mitad del año que viene, impulsada por valores cíclicos como los bancarios o los turísticos -los más castigados por el Covid-19-, siempre que la recuperación económica cobre un mayor brío y la superación de la pandemia permita la reactivación total de los viajes y del ocio en general, según prevé Víctor Alvargonzález, fundador de la firma de asesoramiento financiero independiente Nextep Finance, en una entrevista con OKDIARIO.
El próximo ejercicio estará marcado por el fin de la intervención de los bancos centrales en el mercado de bonos que ha permitido mediante las políticas de dinero barato -el conocido quantitative easing (QE)- apuntalar a la economía mundial durante la crisis sanitaria, lo que Alvargonzález califica de «Plan Marshall con esteroides». En ese contexto, la masa monetaria ha alcanzado un nivel histórico. «Jamás ha habido tanto dinero en el sistema y por eso los bancos están llenos de depósitos que no ofrecen interés o incluso les cuesta dinero», explica.
Pero el ciclo económico está cambiando y a partir de 2022 se espera una mayor expansión económica y unos niveles de inflación que serán superiores a los que había antes de la pandemia, pronostica. Por ello, ya no habrá excusas para comprar bonos a mansalva como hasta ahora para proteger el incipiente crecimiento y para evitar la deflación.
En esa dirección fue la decisión de la Reserva Federal en su reciente reunión, cuando anunció una aceleración en la reducción de compras de bonos y dijo que contempla tres subidas de tipos en la primera mitad de 2022. Por su parte, el BCE también señaló este mes que recortará sus compras de deuda en el primer trimestre del próximo año, aunque mantiene una postura mucho más prudente de cara a un posible incremento del precio del dinero.
«Vamos hacia la normalización de los tipos de interés del mercado de bonos, lo cual perjudica a los fondos de renta fija de medio y largo plazo», indica Alvargonzález. Por tanto, su recomendación de inversión es clara: mercados de renta variable de países avanzados como Estados Unidos, Europa o Reino Unido.
«Pueden seguir creciendo los beneficios empresariales porque los tipos de interés se mantendrán bajos. Por poner un ejemplo, un buen negocio aguanta perfectamente los actuales costes de financiación, no es el fin del mundo para ninguna empresa», asevera.
La indolencia digital condena a España
Sin embargo, eso no significa que todos los mercados de renta variable sean atractivos en la actualidad. Para Alvargonzález, el español no lo es, pero no en este momento, sino desde hace más de 10 años. Sus razones: «los distintos gobiernos que ha habido en ese periodo han ignorado la revolución digital, han incrementado la carga de burocracia y las regulaciones, y han creado un país que no es especialmente amigable para las empresas, los emprendedores y los inversores».
A su juicio, hasta que no haya un año turístico completo y desaparezcan las limitaciones actuales de contacto social, y hasta que la economía de Latinoamérica, a la que tiene gran exposición el Ibex 35, no repunte y mejore la coyuntura sanitaria -en algunos países de esta región van retrasados en la campaña de vacunación-, la Bolsa española seguirá viéndose lastrada, opina.
Pero esa visión negativa que tiene de España podría cambiar en el segundo semestre del año que viene, admite Alvargonzález. El turismo y la hostelería podrían rebotar notablemente si la pandemia remite, lo que podría beneficiar a aerolíneas como IAG o empresas hoteleras como Meliá Hotels.
Además, si finalmente se normalizaran los tipos de interés en el mercado de bonos, la banca se aprovechará. «Si tu margen financiero aumenta por decreto, porque los tipos de interés del mercado de bonos suben, tu puedes colocar los créditos a medio y largo plazo, sobre todo a empresas, a un tipo más alto y tienes una mejora muy clara en la cuenta de resultados», arguye este experto. Así pues, espera una remontada de las cotizaciones del sector bancario en la segunda parte de 2022, coincidiendo también con el pulso económico más robusto que prevé para entonces.
Por contra, las utilities se verían perjudicadas por el incremento de los tipos en los bonos, ya que al ser muy intensivas en capital para desarrollar sus negocios, acumulan un deuda elevada que tendrán que renovar a un precio más alto, explica.